Descubre nuevas facetas del Espíritu Santo, partiendo de su acción en el universo, en la Iglesia y en cada hombre.
Hace apreciar a los ángeles y a los santos como nuestros hermanos mayores, e interpretar con luz profética la Historia de la Salvación y los signos del tiempo actual.
Nos acerca a los profetas bíblicos y a los grandes inspirados de la Iglesia.
Estimula los carismas: discernimiento, profecía, interpretación, consejo espiritual, testimonio, enseñanza, bendición, servicio.