Este año decidí pasar unas vacaciones distintas luego de atravesar un año difícil a nivel laboral y personal. Es así que llegué a la Convivencia con Pablo con esa carga pesada que no podía sobrellevar más. Las expectativas que tenía fueron ampliamente superadas, conocí jóvenes, muy jóvenes con gran entusiasmo de anunciar a Cristo, que aman a Cristo y que quieren dar su vida por Él. Es loco a veces creemos que somos pocos en esta aventura pero cuando conocemos a hermanos que están en la misma sintonía del Señor nos damos cuenta que “vale la pena seguir a Jesús” a pesar de nuestras caídas, debilidades y hasta a veces de sentir el rechazo de parte de los hermanos. Yo no dudo que el camino del Señor sea fácil pero es hermoso amar aunque duela.
Los frutos que me llevo de esta Convivencia los puedo resumir en dos Paz y Fuerza para continuar con esta aventura que tiene un comienzo pero no un fin.
Un abrazo en Cristo Redentor.
María Laura, 34 años.
CcPe (Convivencia con Pedro)
Oberá-Misiones
Enero 2016