La Comunidad Convivencia con Dios intenta ser una "nueva forma de vida evangélica", en el serntido que ha sido presentado por Juan Pablo II en su exhortación apostólica Vita Consecrata Nro. 62.
La perfección evangélica que intentamos vivir en Convivencia con Dios supone los motivos y los medios que ofrecen la moral y la ascética clásicas, pero subraya el aspecto místico: además de las gracias auxiliantes insiste en los siete dones, además de los frutos, insiste en las bienaventuranzas.
También subraya el aspecto carismático. Aunque los carismas no están en función de la propia santidad, dan un sello específico que podemos llamar "santidad carismática", consistente en una docilidad instrumental al Espíritu Santo y una continuada irradiación apostólica.
Este ideal suele expresarse mediante el voto, no de actos perfectos, sino de tender a la perfección con progresos continuados.
Quienes realizan al menos uno de los seis votos, reciben dentro de la comunidad el nombre de DEDICADOS
El voto es privado, es decir, no impone obligaciones en el fuero externo, pero la persona es "dedicada a Dios" como un templo.
Votos dentro de Convivencia con Dios
Tender a la Unión con Dios | |||
Caridad Fraterna | |||
Irradiación | |||
Castidad | Pobreza | ||
Obediencia |
Esta dedicación no es una forma de participación en la comunidad, sino un estado de vida compatible con cualquier forma de participación.